Una experiencia personal desde el trabajo de procesos

La inteligencia artificial (IA) está presente en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana: nos ayuda a escribir correos, organizar ideas, analizar datos. Pero ¿puede ayudarnos también a mirar hacia dentro, a entender nuestro mundo interno? Esta es la pregunta que me hice como practicante de trabajo de procesos y apasionado del trabajo con sueños. Soy Anton Yermolenko, diplomante del Instituto de Democracia Profunda, y llevo años explorando cómo los sueños pueden guiar nuestro crecimiento personal. Esta vez, decidí combinar esa pasión con otra: la IA.

Del trabajo interior a una app de sueños

Más allá de las grandes preguntas sobre la IA y la psicoterapia, empecé por algo concreto: ¿cómo puede esta tecnología ayudarme en mi propio innerwork (trabajo interior)?

No soy el único con esta curiosidad: se estima que el uso de IA en salud mental crecerá más de un 24 % anual hasta 2030 (https://www.grandviewresearch.com/industry-analysis/ai-mental-health-market-report). Esta tendencia también me motivó a experimentar.

Mi práctica diaria incluye trabajar con mis sueños. Me baso en el método que Arnold Mindell propuso en su libro Dreammaker’s Apprentice, que consiste en identificar símbolos del sueño —especialmente aquellos ajenos a mi identidad habitual—, relacionarme con ellos mediante preguntas, y finalmente intentar captar su esencia profunda.

Con el tiempo, noté que esta primera parte del proceso (analizar símbolos y relacionarse con ellos) podía ser guiada por una IA si la estructura era adecuada. Así nació la idea de crear una app que me ayudara con esto: DreamPower.app.  (https://dreampower.app/)

¿Qué hace diferente a DreamPower?

A diferencia de muchas otras aplicaciones que sólo registran sueños, DreamPower trabaja activamente con ellos. Está basada en el método de Mindell: ayuda al usuario a elegir un símbolo significativo del sueño, le propone preguntas reflexivas para interactuar con ese símbolo, y finalmente lo conecta con una situación real o reto actual en su vida.

La IA no “interpreta” sueños como lo haría un diccionario de símbolos. Lo que hace es más procesual: entiende el texto del sueño, detecta posibles límites (edges), y sugiere formas de integrar las energías emergentes que aparecen.

¿Y cómo lo logra?

La aplicación funciona en varias etapas, cada una con prompts cuidadosamente diseñados. No es un simple chat: es una secuencia estructurada. La IA identifica símbolos, formula preguntas, analiza el contenido emocional, y conecta todo esto con los retos del usuario. Además, puede operar en varios idiomas.

¿La IA lo hace todo sola? No. La IA no ve al usuario, no capta lenguaje corporal ni tono de voz, como lo haría un terapeuta humano. Pero cuando se le guía bien, puede ser sorprendentemente perspicaz. Su análisis ofrece ideas valiosas, que el usuario puede tomar como base para su propia reflexión.


Dos caminos de trabajo

Una vez que la IA detecta el límite del sueño, ofrece dos caminos:

  1. Aplicación práctica: cómo la energía emergente del sueño puede ayudar con un problema o reto actual.
  2. Exploración interior: cómo esa energía puede integrarse a través de meditación, creatividad u otras prácticas personales.

Ambas posibilidades están abiertas al usuario, quien elige cómo avanzar.

Reflexión final

Lo que más me sorprendió fue ver que, cuando está bien guiada, la IA puede ser un verdadero aliado en el trabajo de sueños. No sustituye al terapeuta ni a la práctica personal profunda, pero puede acompañarnos, abrir perspectivas, y darnos estructura para mirar dentro.

Este proyecto está vivo. Si eres psicólogo y también trabajas con sueños y te interesa la IA, me encantaría explorar juntos este camino.

Puedes probar la app en dreampower.app y contactarme si te inspira colaborar.

— Anton Yermolenko